Bárbara: paciente recuperada de cáncer de mama
Al recibir el diagnóstico de cáncer de mama enfrenté uno de los momentos más difíciles de mi vida. Desde ese instante, me aferré a las palabras clave que los médicos del Alemán me brindaron: Cuidá tu mente. El trato cálido y el profesionalismo del equipo del Hospital Alemán marcaron la diferencia en mi recuperación, y siempre les estaré agradecida.
Desde el principio, me enfoqué en cuidarme integralmente: actividad física, mejor alimentación y meditación se convirtieron en pilares fundamentales para mi bienestar.
Durante este tiempo, descubrí el poder transformador de observar detenidamente mi entorno. Comencé a caminar por mi barrio, Chacarita, redescubriendo su belleza en cada detalle: las veredas, las casas, la luz del sol entre los árboles y los pájaros sobre los cables.
Me pregunté dónde había estado todo este tiempo, ya que vivía allí desde hacía más de 10 años sin tener esta capacidad de apreciar mi entorno. Armada con mi celular, empecé a capturar esta belleza en fotografías en blanco y negro.
Mis exploraciones se extendieron a otros barrios, pueblos y ciudades, siempre con mi cámara lista. Decidí compartir estas imágenes y lo que siguió fue sorprendente: recibí elogios por mis fotos y conecté con fotógrafos de todo el mundo.
Y lo más inesperado, recibí una invitación desde la India para participar en una prestigiosa revista de fotografía. Después de 585 días de tratamiento en el Hospital Alemán, culminé mi proceso. Reuní las 10.000 fotografías capturadas y las transformé en una instalación fotográfica que se exhibió en diversos museos.
Este proyecto no solo documenta mi viaje personal en medio de la adversidad, sino que también busca inspirar a otros a descubrir la belleza oculta en sus propias vidas, sin importar los desafíos que enfrenten.
Esta es mi historia de cómo encontré la luz en la oscuridad, y cómo la fotografía se convirtió en mi herramienta para compartir esa luz con el mundo.