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Injuria renal aguda. Una enfermedad reversible

¿Qué es la injuria renal aguda?

La injuria renal aguda (IRA) es una situación de pérdida brusca de la función renal, que en buena parte de los casos es totalmente reversible, siempre que sea detectada a tiempo y tratada acorde.

¿Cuáles son las causas?

La causa más frecuente de la IRA es lo que se conoce como disminución en el aporte de sangre al riñón. Ello puede ocasionarse debido a una mala irrigación, producto de hipotensión, deshidratación o alguna medicina que haya provocado algún tipo de alteración.

Otra posible causa son los denominados nefrotóxicos, drogas que no cambian la irrigación del riñón, sino que producen un daño específico a sus células. Estas pueden ser antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, agentes utilizados en quimioterapia de cáncer, ciertos antihipertensivos y contraste radiológico (endovenoso).

La última de las causas habituales es la obstrucción de la vía urinaria, provocada, por ejemplo, por un tumor o un coágulo en un riñón único.

Los buenos niveles de presión arterial, hidratación y hemoglobina ayudan a prevenir esta enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

La falla renal aguda no tiene una clara sintomatología. La persona puede tener hipertensión arterial, nauseas y vómitos por el aumento de la urea y la creatinina, decaimiento general o, si no orina, puede estar edematizado.

¿Por qué es reversible?

Debido a la potencialidad que tienen los riñones sanos de superar “totalmente” este tipo de insultos.  En algunos casos, cuando existe patología renal subyacente o bien el insulto que determinó la injuria renal aguda es de gran magnitud, la recuperación de la función renal es parcial. En este sentido, vale la pena señalar que si el paciente tiene una enfermedad preexistente como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal crónica, o bien simplemente envejecimiento, la restitución total es menos probable.

¿Cómo es el diagnóstico?

La injuria se diagnostica analizando la historia clínica, desde el punto de vista bioquímico, y con técnicas complementarias de imágenes. En aquellas ocasiones en donde se tenga una sospecha clínica de una enfermedad renal específica puede indicarse una biopsia de riñón, pero no es algo frecuente.

Si la injuria renal aguda no se detecta a tiempo puede derivar en situaciones que comprometan la vida del paciente como insuficiencia cardíaca, arritmia por alteraciones del medio interno, hipertensión no controlada, infección, etc.

¿Y el tratamiento?

En algunas situaciones el médico tiene que sustituir la falla aguda en la función renal mediante diálisis. El objetivo es darle tiempo al órgano para que se recupere y pueda volver a funcionar correctamente. Un error habitual es pensar que la diálisis “cura”, cuando en realidad opera como soporte hasta que se restablece el riñón.

Cuando la falla renal aguda se instaló, el período estándar de recuperación es entre un mes y un mes y medio.