Una adecuada y correcta alimentación permite alcanzar un buen estado de nutrición en cada uno de los momentos biológicos por los que atraviesa el ser humano.
El embarazo y la lactancia son dos momentos trascendentes en la vida de una mujer, durante los cuales aumentan las necesidades nutricionales. El calcio es, entre otros, uno de los nutrientes que juega un rol muy importante.
Durante el embarazo, el tercer trimestre es el momento en el cual se deposita la mayor cantidad de calcio en el esqueleto en formación. La absorción intestinal de calcio en la mujer durante este período aumenta para suplir estas demandas. A menos que se tengan ingestas maternas de calcio extremadamente bajas, es la madre y no el feto, quién está más comprometida cuando existe un consumo inadecuado del mismo, de ahí la importancia en garantizar su aporte.
Durante la lactancia, la absorción de calcio retorna a los valores pregestacionales. El contenido de calcio de la leche humana permanece relativamente constante, aún cuando la ingesta materna de calcio sea baja. Esto se debe a la capacidad del esqueleto materno para acumular calcio. Durante este período las madres pueden llegar a movilizar hasta un 2% del calcio esquelético a lo largo de 100 días de lactancia. Por lo tanto, pueden producirse pérdidas importantes de calcio maternal si la ingesta del mismo es baja y/o si el flujo de leche es elevado.
Es en el período post-lactancia que la mujer recupera la densidad ósea a los niveles iniciales. Es por ello que una ingesta adecuada de calcio es muy importante ya que cuando ésta no es suficiente, se compromete el tejido óseo materno para proveer calcio y poder soportar el crecimiento fetal y la producción de leche materna.
Hay estudios epidemiológicos que sugieren que una baja ingesta de calcio durante el embarazo (menor a 400 mg Ca/día aproximadamente 400cc de leche/día) se asocia con una alta incidencia de hipertensión arterial. Cuando la ingesta era más alta (800-1000 mg/día, aproximadamente 1 litro de leche/día), la incidencia disminuía significativamente.
Grupo de edad (años) |
Calcio (mg/día) |
Embarazo |
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1300 |
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19-30 |
1000 |
31-50 |
1000 |
Lactancia |
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1300 |
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19-30 |
1000 |
31-50 |
1000 |
Fuente: Comité del Food & Nutrition Board de EE.UU
Es importante que la fuente de calcio sea altamente biodisponible, es decir que sea fácilmente absorbido para que pueda ser utilizado por el organismo.
Pocos vegetales representan fuentes concentradas de calcio, además pueden contener compuestos que forman sales insolubles con el mismo e inhiben su absorción, tal es el caso del ácido oxálico que se encuentra en altas concentraciones en la espinaca, en granos enteros, y en concentraciones intermedias en las batatas.
Hay algunos factores nutricionales que pueden afectar la pérdida urinaria del calcio como una ingesta elevada de proteínas, de sodio y de cafeína.
Los productos lácteos son los principales proveedores de calcio de los alimentos: representan alrededor del 60% del calcio total de la dieta.
1 litro de leche fluida (5 vasos) o |
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Lácteos: Leche – Yogur – Queso |
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100 gr de queso de pasta blanda o semidura + 400cc (2 vasos) de leche fluida |
400cc (2 potes) de yogur + 400cc (2 vasos) de leche fluida |
Por lo tanto en la relación riesgo/beneficio, este último será mayor si logramos dar respuesta a algunos interrogantes que a menudo nos formulamos con respecto a lo que es una adecuada alimentación.
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