El cáncer de páncreas es la degeneración maligna de cualquiera de los tipos celulares que forman la glándula pancreática. El tumor más común es el adenocarcinoma, originado en las células encargadas de conducir las enzimas para la digestión. También pueden surgir tumores de los islotes pancreáticos, pero éstos son menos comunes.
No se conoce exactamente la causa del cáncer de páncreas, pero se presume que hay factores relacionados con el cigarrillo, el alcohol, la genética, la dieta, y otros factores aún no aclarados.
En aquellos individuos denominados de “alto riesgo” para cáncer de páncreas (aquellos con síndrome genéticos relacionados con el cáncer de páncreas y/o familiares de primer grado con antecedentes de cáncer de páncreas) se puede ofrecer un programa de pesquisa basado en la realización de ecoendoscopia y resonancia en forma anual.
Los pacientes que presenten quistes de páncreas, pancreatitis crónica, antecedentes familiares de cáncer de páncreas, o síndromes genéticos asociados a neoplasias (síndrome de Lynch, Peutz-Jeghers, mutaciones BRCA) deberán consultar con su médico para determinar la necesidad de realizar pruebas para la detección temprana.
El diagnóstico en ocasiones es difícil. Los síntomas que produce el cáncer de páncreas están en directa relación con su localización (cabeza, cuerpo o cola) y con los órganos que lo rodean. Los síntomas no siempre son claros y su forma de aparición es gradual.
Los siguientes estudios pueden utilizarse para el diagnóstico del cáncer de páncreas:
Muchos estudios se utilizan para el diagnóstico del cáncer de páncreas y en ocasiones cuando se descubre el tumor, éste ya se ha extendido más allá del páncreas.
El tratamiento depende de la extensión de la enfermedad y de las condiciones del paciente. Los resultados de los estudios solicitados ayudan al equipo tratante a planear el mejor tratamiento para cada caso particular.
Las tres formas más comúnmente aceptadas para tratar el cáncer de páncreas son:
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