Útero

Existen dos tipos principales de cánceres de cervix: el carcinoma escamoso celular y el adenocarcinoma. Los cambios en las células escamosas que recubren el exocervix y que pueden corresponder a cáncer o bien a condiciones precancerosas se pueden dividir de la siguiente manera:

• Células escamosas atípicas. Este término se utiliza ante la presencia de células que son anormales, pero no pudiendo determinar si la causa es de origen infeccioso, irritativo o precanceroso.
• Lesiones intraepiteliales escamosas de bajo grado (L-SIL) y alto grado (H-SIL). El H-SIL tiene una menor probabilidad de desaparecer sin tratamiento y es más probable que evolucione a un cáncer si no es tratado correctamente. El tratamiento puede curar al L-SIL y al H-SIL previniendo el desarrollo de cáncer de cuello.

La prevención del cáncer de cervix se logra actuando sobre los factores de riesgo que puedan modificarse y/o, encontrando y tratando las lesiones en su estadio de “precancer“, es decir, antes de que evolucionen. Alguno de ellos son:

• Evitar la exposición al HPV: Esto reduce significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de cervix.
• Correcta utilización del preservativo: Esto puede disminuir el riesgo de contraer HPV hasta un 70%.
• No fumar: Es otra forma importante de reducir el riesgo cáncer de cuello, así como otros tipos de cánceres.
• Vacunas: Se desarrollaron dos, que fueron aprobadas recientemente por la FDA y están disponibles actualmente en la Argentina. Éstas protegen contra la infección por HPV (tipos 16 y 18) con una efectividad de aproximadamente el 99%, hasta por un período de 6 a 4 años, al momento. La efectividad está evaluada en mujeres que no han iniciado aún relaciones sexuales. Son 3 dosis que se aplican en un lapso de 6 meses.

Varios son los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino, algunos de ellos son:

• Infección por el Virus del Papiloma Humano (HPV): Es el factor de riesgo más importante para el desarrollo del cáncer de cuello de útero. Constituye un grupo de más de 100 tipos distintos de virus y se denominan así porque algunos de ellos desarrollan lesiones papilomatosas comúnmente llamadas condilomas. El virus del HPV se transmite a través del contacto de piel con piel durante las relaciones sexuales por vía vaginal, anal e incluso oral. Si bien es necesario haber tenido en algún momento HPV para el desarrollo del cáncer de cuello uterino, no toda paciente con HPV desarrolla cáncer.
• Tabaquismo: La mujer que fuma, tiene un riesgo dos veces mayor que la que no fuma de desarrollar un cáncer de cervix.
• Inmunosupresión: Situaciones en donde el sistema inmunológico se encuentra debilitado, tal como sucede en la infección por HIV, un cambio celular precanceroso puede evolucionar al cáncer con mayor rapidez.
• Anticonceptivos Orales: La utilización de anticonceptivos orales durante un largo período de tiempo, aumenta el riesgo de cáncer de cuello, el cual vuelve a disminuir una vez que se interrumpe la toma de los mismos. Es importante discutir las diferentes posibilidades anticonceptivas.
• Múltiples embarazos: Mujeres que han tenido muchos embarazos llevados a término, tienen mayor riesgo de desarrollar cancer de cérvix. Esto puede deberse a una mayor exposición al HPV mediante contacto sexual sin protección (preservativo) o una mayor susceptibilidad a la infección por HPV debido a los cambios hormonales durante el embarazo.

No aparece de forma súbita, sino que precisa de un tiempo de evolución en donde se suceden cambios celulares  “precancerosos“, influenciados por múltiples factores, que conducen a un crecimiento celular descontrolado y al desarrollo del cáncer.

En la mayoría de los casos, los cambios precancerosos puede desaparecer sin la necesidad de tratamiento, en otros pocos casos pueden evolucionar al cáncer invasor.