Volver a la actividad física después de un período prolongado de inactividad puede ser un desafío, pero es un paso crucial para recuperar y mantener una buena salud física y mental. Es fundamental abordar este proceso con cuidado para evitar lesiones y asegurarse de que el cuerpo se adapte adecuadamente a la nueva rutina.
Por eso, te brindamos a continuación una guía con consejos útiles para reanudar la actividad física de manera segura y efectiva.
Primeros pasos. En el caso de decidir retomar la práctica deportiva, es importante considerar que el cuerpo puede estar fuera de forma debido a la falta de ejercicio durante un tiempo prolongado. Por esta razón, se recomienda que los primeros entrenamientos, especialmente durante los primeros 30 días, se realicen con una intensidad baja para evitar lesiones musculares y otras alteraciones.
No hay milagros ni cuerpos indestructibles. Es fundamental ser realista y proyectar objetivos a corto plazo. Conocer los límites del propio cuerpo y manejar la ansiedad son claves para evitar riesgos. El progreso debe ser gradual, evitando la sobreexigencia y el deseo de recuperar en pocos entrenamientos el tiempo perdido.
Desarrollar una rutina integral. El calentamiento previo, los estiramientos, la hidratación y la elongación al finalizar la práctica deportiva son tan importantes como la actividad física en sí misma. Estos pasos preparan el cuerpo para el ejercicio y ayudan a prevenir lesiones.
Utilizar el calzado y la indumentaria adecuada. Si se sale a correr, es esencial usar un calzado apto para running para evitar lesiones y dolores. Asimismo, la ropa debe ser cómoda y ligera para facilitar el movimiento y la transpiración.
Acompañar el ejercicio con un estilo de vida saludable. Para potenciar el entrenamiento físico, es crucial llevar una alimentación balanceada y asegurar un buen descanso diario. Estos hábitos ayudan a mejorar el rendimiento y la recuperación del cuerpo.
Buscar variedad en la práctica deportiva. Practicar diferentes deportes no solo trabaja diversos músculos del cuerpo, sino que también mantiene la motivación y el interés. La variedad en el ejercicio puede prevenir el aburrimiento y fomentar un compromiso a largo plazo con la actividad física.
Definir metas y premios. Para mantenerse incentivado, es útil establecer objetivos alcanzables a corto plazo que motiven a seguir progresando en el entrenamiento. Recompensarse por alcanzar estos objetivos puede ser una gran manera de mantener la motivación.
Por último, es muy importante que todas las personas con enfermedades crónicas, sobrepeso, problemas vasculares, respiratorios o antecedentes de lesiones graves consulten a su médico de cabecera antes de volver a realizar ejercicio. La evaluación médica asegura que el plan de ejercicios sea seguro y adecuado a las necesidades individuales.