Cuáles son los riesgos de comprar anteojos en la calle

En ocasiones, cuando se necesita reemplazar los lentes, muchas personas recurren a opciones rápidas y económicas. Por eso, es común encontrar anteojos a precios accesibles en puestos y locales no especializados. Aunque estos precios pueden parecer una solución conveniente, utilizar anteojos sin receta médica puede tener consecuencias para nuestros ojos.

El Dr. Rogelio Ribes Escudero, médico oftalmólogo especialista en córnea y superficie ocular del Hospital Alemán, nos explica los riesgos:

Graduación incorrecta:
Los anteojos comprados en la calle no están personalizados para los ojos de cada individuo. Usar una graduación incorrecta puede causar problemas como dolores de cabeza, fatiga visual, mareos, y en algunos casos, empeorar la vista.

Además, Ribes Escudero señala que “los anteojos comprados sin receta tienen la misma corrección en ambos ojos, y en la mayoría de los pacientes, siempre existe una pequeña diferencia entre un ojo y el otro, que es importante corregir”.

Calidad de los materiales:
Los anteojos de venta libre suelen estar fabricados con materiales de baja calidad, lo que afecta su durabilidad y la claridad visual. Estos anteojos pueden tener distorsiones visuales, reflejos incómodos y una protección inadecuada contra los rayos UV, lo que puede llevar a otros problemas oculares a largo plazo.

Falta de ajuste personalizado:
Los anteojos producidos en masa no tienen en cuenta la distancia interpupilar de cada individuo, es decir, la distancia en milímetros que hay entre las pupilas de ambos ojos. Según el Dr. Rogelio Ribes Escudero, esta falta de ajuste, no sólo hace que los lentes estén mal centrados, sino que también puede provocar síntomas como astenopia, un dolor de cabeza causado por la incorrecta corrección de los defectos refractivos.

De esta manera, si bien los anteojos de venta libre pueden parecer una opción conveniente, los riesgos asociados superan cualquier ahorro económico. Acudir a una consulta oftalmológica es esencial para obtener anteojos que se ajusten correctamente a las necesidades de cada paciente, asegurando no solo una mejor visión, sino también la prevención de problemas oculares.