abril 2019

¿Puedo tomar alcohol si estoy tomando medicamentos?

Informate para saber cómo reacciona nuestro cuerpo y cómo debemos manejarnos. Dr. Carlos Gonzalez Malla | Servicio de Clínica Médica

El alcohol es una droga que ingresa al tubo digestivo, pasa a la sangre y luego se traslada a los diversos sitios en donde genera sus efectos, principalmente al cerebro. Al cabo de un tiempo se metaboliza en el hígado para después perder su efecto. Los medicamentos atraviesan el mismo proceso.

El problema puede presentarse cuando se ingiere alcohol en forma aguda, por ejemplo, en una fiesta o evento social, y se hace en simultáneo con un medicamento. Ambos son metabolizados por las mismas enzimas, ya que estas metabolizan menos ambas sustancias, provocando que tanto el alcohol como la medicación tengan un mayor efecto.

En cambio, cuando se bebe en forma crónica, el alcohol estimula de tal forma a las enzimas que el cuerpo genera mayor cantidad, provocando que algunos medicamentos se metabolicen más rápido. Esta situación ocasiona que ante la dosis indicada, el efecto sea menor.

¿QUÉ HACER SI ESTOY TOMANDO UN MEDICAMENTO Y TENGO UNA FIESTA?

Depende del medicamento. Por ejemplo, la mayoría de los antibióticos no interaccionan significativamente con el alcohol.

Hay medicamentos que pueden ser suspendidos transitoriamente, pero otros requieren un nivel estable en sangre. A su vez, algunos pueden llegar a interactuar de manera significativa con el alcohol, como los anticonvulsivantes o los anticoagulantes. Por ejemplo, si se suspenden los anticonvulsivantes, la persona puede llegar a tener convulsiones o, al combinarse con alcohol, podrían aparecer efectos secundarios.

¿EL ANTIBIÓTICO ES EL MEDICAMENTO QUE MENOS INTERACCIONA CON EL ALCOHOL?

Sólo algunos antibióticos interactúan seriamente con el alcohol, como el metronidazol o la isioniacida. Los más usados, como la amoxicilina, no tienen interacciones significativas con el alcohol.

¿CÓMO SE RELACIONA EL ALCOHOL CON EL IBUPROFENO?

Los antiinflamatorios, como el ibuprofeno o el diclofenac, pueden generar gastritis si son ingeridos durante un largo periodo de tiempo. Si la persona es bebedor crónico, el alcohol aumenta esas posibilidades. Pero si solo tomó una o dos dosis de antiinflamatorios, el riesgo de sufrir gastritis producto de la combinación con el alcohol no es importante.

¿HAY ALGUNA BEBIDA QUE OCASIONE MÁS CONFLICTO QUE OTRA?

Las bebidas con mayor graduación alcohólica son las que mayor interacción con el medicamento tienen.

OTRAS FORMAS DE INTERACCIÓN

  • Algunas bebidas alcohólicas, como la cerveza o el vino, tienen tiramina, que al mezclarse con medicamentos pueden originar náuseas, vómitos o enrojecimiento facial.
  • El paracetamol combinado con el alcohol puede aumentar sus efectos tóxicos en el hígado.
  • Algunos medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso, como por ejemplo la benzodiacepinas (alprazolam, diazepem, lorazepam, etc), causan sueño y relajación. Ingeridos junto con alcohol pueden disminuir la capacidad de respuesta, provocando accidentes de tránsito o domésticos.