agosto 2021

Vacunación: mitos y verdades

A continuación, analizaremos diversas afirmaciones que suelen repetirse en el saber popular

Vacunación: mitos y verdades

La vacunación es una de las mejores alternativas para prevenir enfermedades. En este sentido, la Dra. Viviana Rodriguez, infectóloga del Hospital Alemán, aclara algunos mitos y verdades en torno a ellas y explica por qué es importante estar al día con nuestras vacunas.

Mito 1: “La vacuna antigripal es preventiva y 100% recomendable”.
Verdad. La vacuna antigripal no contiene virus activo y sólo un porcentaje pequeño de personas presenta leves síntomas adversos. El “Calendario Nacional de Vacunación” indica que los niños menores de dos años deben recibirla para evitar enfermarse y prevenir ser una fuente de contagio. También, deben aplicarse la vacuna antigripal las embarazadas, los adultos con algunos factores de riesgo y los trabajadores de salud.

Mito 2: “La efectividad de la vacuna antigripal es baja”.
Falso. Esta vacuna previene un 60% las formas clásicas de la gripe. Y en un 90% de los pacientes vacunados evita complicaciones en las formas graves de la enfermedad.

Mito 3: “Las vacunas que recibí en mi infancia no son de por vida”.
Verdad. Entre otras, la conocida triple bacteriana (que previene el contagio de las bacterias que producen la tos convulsa, la difteria y el tétanos), pierde su efectividad luego de diez años. Por esa razón, es importante planificar refuerzos con un médico de cabecera.

Mito 4: “La vacuna contra el cáncer de cuello uterino produce infertilidad”.
Falso. Es fundamental que las niñas de 11 años se apliquen esta vacuna ya que el cancer de cuello uterino es el segundo cáncer de mujer más común. Es gratuita y el “Calendario Nacional de a Vacunación” lo recomienda.

Mito 5: “Si días antes o después de haberme vacunado contra COVID-19, contraigo esta enfermedad, tengo más posibilidades de padecer un cuadro agudo”.
Falso. Si un paciente se infecta en fecha cercana a la aplicación de la vacuna, no debería sufrir mayores inconvenientes. Algunas vacunas, cuando se aplican muy cerca del momento del contagio, pueden prevenir la enfermedad (ejemplo: la varicela). En otros casos, aunque no prevengan la enfermedad, no se ha observado que agrave el cuadro.

Para terminar, es importante destacar que, respetar el “Calendario Nacional de Vacunación”, no sólo nos ayuda a estar más protegidos, sino también, a cuidar a las personas con las que más tiempo compartimos.

En el caso de dudas acerca de si estás al día con tus vacunas, sugerimos consultar con un médico de cabecera.