mayo 2020

Yo tuve Coronavirus

Testimonio en primera persona de una paciente que se recuperó del Covid-19

Yo tuve Coronavirus

Siempre supuse que la primera vez que tuviera que pasar la noche en una habitación de hospital iba a ser cuando pariera un hijo, en un futuro lejano.

Nunca imaginé, mientras viajaba desde Londres a Buenos Aires para celebrar los casamientos de dos de mis mejores amigas, que la primera noche sería al día siguiente de aterrizar, el 14 de marzo. Menos sospechaba que por los próximos once días la habitación 501 del Hospital Alemán se convertiría en mi casa y único universo. Con un poco de perspectiva, empiezo a comprender que la vida no siempre es lo que planeamos y que solita se encarga de modificar nuestras expectativas.

Pasados los primeros días de internación en el Hospital, empecé a sentirme mucho mejor y ya más tranquila me convencí de que solo estaba padeciendo una gripe común. Tamaña fue mi sorpresa cuando al cuarto día me confirmaron la noticia que nadie quiere escuchar en estos días: era portadora del virus que mantiene en vilo al mundo.

Desde el primer momento, cuando empezó eso que parecía una película que le pasaba a alguien más, el personal del Hospital se encargó de mi bienestar. Dolores se ocupó de acomodarme y contenerme y Ana María me acompañó con charlas y risas. Siempre con una sonrisa y buen humor, Juan, Jessi y tantos otros me cuidaron y empatizaron cuando ya no daba más del encierro y aislamiento.

Ya desde Londres venía siendo muy precavida con mis cuidados mediante la utilización de barbijo y el lavado de manos. Pero dentro del Hospital entendí de verdad cómo son los cuidados extremados al máximo. Los médicos y enfermeros que ingresaban a mi habitación lucían como una especie de astronautas cubiertos de arriba abajo con camisolín hasta el piso, cofia, guantes, doble barbijo y máscara de plástico. Pero debajo de todas esas capas, se asomó siempre y sin excepción la humanidad que los caracteriza, llenos de vocación y amor por su trabajo.

Muchos me preguntan si tuve miedo durante el tratamiento y les contesto que no. Desde la primer mañana de domingo, en la que el Dr. Catalano me vino a ver, siempre me dieron toda la información y las explicaciones sobre el Coronavirus. Sentí que eran honestos conmigo y me transmitieron mucha tranquilidad. Soy Licenciada en Comunicación Social y en el primer año de la carrera nos enseñan que “la información es poder”. Y esto es justamente lo que me dio cada uno de quienes trabajan en el quinto piso del Hospital. Me brindaron herramientas para poder sobrellevar los síntomas y el aislamiento que por momentos parecía ser eterno.

Hoy, felizmente, me encuentro saludable y reencontrada con mi familia en casa. No tengo más que palabras de agradecimiento para todo el personal que me cuidó esos días y que siguen dedicados con infinito profesionalismo a los que hoy lo necesitan. Doy fe cómo el Alemán cuida no solo a sus pacientes sino a todo su personal, que son sus manos, corazón y cabeza y sin los cuales no sería la gran Institución que es. En este tiempo de internación y cada vez que voy a donar plasma, me voy sumergiendo, cada vez más, en su mundo de la salud. Y me llena de emoción y orgullo sentir la gran dedicación con la que se desempeñan todos los días.

¡Gracias por todo! Cuentan conmigo para lo que se necesite.

Jacinta Dillon