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Acidez: un problema habitual

Dr. Pablo Luna - Servicio de Gastroenterología 

 

Cuando un paciente le refiere a su médico acidez puede estar hablando de dos situaciones distintas. Una es el ardor en la boca del estómago y la otra un ardor que sube desde la boca del estómago hacia la garganta, por detrás del esternón. Este último es el que llamamos pirosis, uno de los síntomas principales de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Es por ello que el primer paso de la consulta médica por acidez debe ser dilucidar cuál de los dos síntomas tiene el paciente.

¿Qué es el reflujo gastroesofágico?

El reflujo gastroesofágico es el pasaje de material del estómago al esófago. Todos tenemos episodios de reflujo luego de comer, pero generalmente son pocos, limitados en el tiempo y asintomáticos. Esto es lo que se denomina reflujo fisiológico. Cuando el reflujo es más intenso, ocasiona síntomas y/o a lastima el esófago del paciente, se establece el diagnóstico de enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Esta es una de las patologías más frecuentes de la gastroenterología y en nuestro país afecta al 12% de la población adulta. El reflujo gastroesofágico tiene dos síntomas principales que son la pirosis, y la regurgitación, que es el ascenso de líquido o incluso comida hasta la boca.

La enfermedad por reflujo puede describirse como un problema de “plomería” o “mecánico”. ¿Por qué? Porque el inconveniente se produce cuando el mecanismo valvular que ejerce la unión esofagogástrica es débil o se relaja con demasiada frecuencia.

¿Quiénes deberían consultar?

La gente que tiene síntomas muy molestos o aquellos que los perciben con demasiada frecuencia (dos o más veces por semana).

También deberían visitar a un profesional aquellas personas con síntomas nocturnos, ya que que las formas de reflujo que aparecen durante ese período suelen ser más graves que las otras.

Otro motivo para acudir a una consulta médica es la dificultad para tragar, ya que una de las posibles causas de este problema es la enfermedad por reflujo.

Hay mucha gente que sólo tiene síntomas de reflujo en forma ocasional, por ejemplo, luego de comer pizza o tomar cerveza. Estos síntomas esporádicos no deben ser motivo de preocupación. Pueden ser tratados con un antiácido local, como las pastillas de venta libre que se mastican y neutralizan el ácido gástrico.

Recomendaciones para evitar la acidez

Las recomendaciones generales para evitar la acidez son:

  • Cenar liviano
  • Cenar dos horas antes de irse a dormir, sin comer nada luego de la cena.
  • Evitar las comidas o bebidas que puedan relajar el esfínter esofágico inferior o retardar la digestión, como:
    • Comidas grasas
    • Chocolate
    • Menta
    • Salsa de tomate
    • Exceso de café o mate
    • Bebidas con alcohol

    Además de estos alimentos, existen muchos otros que pueden producir síntomas en determinados individuos, por eso se sugiere a los pacientes evitar las comidas que a ellos les provoquen molestias.

    Otra medida importante para prevenir la acidez es evitar el sobrepeso, ya que este provoca un incremento de la presión intraabdominal, lo que contribuye a aumentar el reflujo.

    ¿Puedo tener reflujo por nervios?

    Si bien el stress puede aumentar la secreción ácida, es más probable que esta situación sólo cambie la percepción de los síntomas. Es decir, ante el mismo estímulo el paciente experimenta síntomas más molestos.

    Tipos de enfermedad

    Los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico se dividen en dos grandes grupos: los que presentan daño esofágico (esofagitis por reflujo) y los que no.

    El 70% de los pacientes tienen una forma no erosiva de reflujo, es decir, tienen síntomas pero su esófago está sano. En estos casos el médico actúa recomendando los cuidados necesarios y recetando la medicación adecuada. El objetivo es que el paciente no tenga síntomas y pueda sentirse mejor.

    El otro 30% lo conforman aquellas personas que además de los síntomas tienen el esófago lastimado, lo que se denomina esofagitis por reflujo. Estos pacientes requieren mayores cuidados, porque aparte de eliminar los síntomas hay que curar el esófago. El tratamiento en estos casos probablemente requiera medicación a largo plazo y, en algunas ocasiones, se llega a una solución quirúrgica.

    Este grupo de pacientes requiere un cuidado especial, ya que la esofagitis puede generar las siguientes complicaciones:

    • Estenosis: luego de lastimarse y curarse reiteradamente, el esófago se estrecha y genera dificultades para tragar.
    • Hemorragias: el esófago sangra.
    • Esófago de Barrett: en estos pacientes el epitelio normal del esófago es reemplazado por epitelio de tipo intestinal como consecuencia de la irritación crónica producida por el ácido. Si bien esta patología es asintomática, dichos pacientes tienen riesgo mayor de desarrollar cáncer de esófago.

    Tratamiento

    Muchos de los pacientes con formas leves de reflujo pueden mejorar sus síntomas con sólo seguir las recomendaciones generales explicadas previamente, sin necesidad de un tratamiento farmacológico.

    Si los síntomas de reflujo continúan, se instituye tratamiento con distintos medicamentos, principalmente aquellos que reducen la secreción ácida del estómago. La medicación puede ser utilizadaa demanda, o en los períodos de tiempo en que los síntomas son más molestos, y en muchos casos se prescriben a largo plazo. Aquellos pacientes con síntomas más frecuentes o con enfermedad erosiva suelen tomar la medicación en forma continua, y en muchos casos por períodos prolongados.

    Otra opción es el tratamiento quirúrgico. Este se prioriza en aquellos que tienen formas muy severas de reflujo, o tienen grandes hernias de hiato (cuando una parte del estómago se ubica en el torax), responsables de una importante disrupción de la barrera antirreflujo. Mediante la cirugía se busca restaurar un mecanismo valvular competente.