Así como en verano cuidamos nuestra piel de la exposición solar, también debemos hacerlo con nuestros ojos. La exposición a la luz solar brillante produce aumento de la incidencia de catarata, degeneración macular relacionada a la edad, y en menor grado, tumores oculares. El riesgo, podría decirse que, es similar a lo que causan las camas solares en la piel.
Bajo ninguna circunstancia se debe mirar directamente al Sol, ni siquiera con anteojos de sol puestos. ¿Por qué? Porque pueden producirse daños en la macula (la parte del ojo que nos permite ver con precisión) y estos daños podrían llegar ser irreversibles.
La radiación UV, ya sea que provenga de la luz solar natural o de rayos artificiales en espacios cerrados, puede deteriorar los tejidos de la superficie del ojo (incluyendo la córnea y el lente). En otras palabras, pueden producirse daños en la superficie ocular y en el cristalino, provocando catarata.
Por otro lado la enfermedad macular relacionada a la edad, conocida como maculopatía, también se relaciona, entre otras causas, con exposición prolongada a rayos UV. Cabe aclarar que el daño se origina luego de exposiciones acumulativas.
Los anteojos de sol que adquiramos deben:
– Tener filtro para rayos UVA y UVB. La capacidad de bloquear estos rayos no depende de la tonalidad de los lentes ni de su precio. Existen diferentes rangos de protección UV. Para ir a un lugar de veraneo se recomienda que los anteojos posean un filtro UV del 80% o superior.
– Indicar si bloquean los rayos UVA y UVB. Esto, no es algo que nosotros podamos distinguir mirando el vidrio y no depende de cuán oscuros sean.
–Cubrir toda el área de los ojos, y de ser posible, utilizar también sombrero.
La gente que usa lentes de contacto de igual forma debe protegerse con anteojos de sol. Si bien algunos vidrios transparentes con graduación proporcionan protección UV, corresponde que estemos informados sobre el tipo de lente que tienen nuestros anteojos –a fin de conocer si esta protección es suficiente-.
-Se recomienda evitar la exposición en horas del mediodía, cuando las radiaciones UV son más fuertes.
-Procurar utilizar lentes la mayor parte del tiempo, y de ser posible, utilizar sombrero.
-En lugares de veraneo, no hay que confiarse de las nubes. Una capa fina de nubes permite el paso de las radiaciones UV.
El riesgo existe porque desconocemos el origen de estos anteojos. Los cuales carecen de controles en su fabricación y venta. Por lo tanto, no podemos estar seguros de que provean la protección UV necesaria. Sin dudas, nos exponen a un riesgo innecesario.
Tengamos presente:
En las vacaciones: la exposición a rayos UV, no sólo está presente en la playa. También está en centros de esquí y otros lugares al aire libre.
Evitemos la exposición solar en horarios del mediodía.
En caso de protección ocular para actividades laborales (como trabajos de soldadura): los simples anteojos de sol pueden no ser suficientes. Se requiriere protección específica para cada tipo de actividad.
Avisos