Son infecciones virales transmitidas por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Estos mosquitos viven zonas tropicales y subtropicales, climas presentes en gran parte de nuestro país como Buenos Aires, Santa Fe, la región mesopotámica y el noreste del país.
Los mosquitos pueden picar en cualquier momento del día, aunque su actividad se incrementa al principio de la mañana y al final de la tarde.
No existe tratamiento específico para ninguna de estas enfermedades, por lo que se necesita prevención y atención médica en el momento adecuado. La mortalidad de Dengue, Zika y Chikungunya es muy baja si los pacientes reciben atención adecuada: menor al 1%. Sin embargo, en el caso de la Fiebre Amarilla la mortalidad puede ser mucho mayor.
No hay casos de Fiebre Amarilla en nuestro país, y afortunadamente la vacuna para esta enfermedad existe. La vacunación se limita a las personas que se encuentran en regiones del mundo en las que la enfermedad está presente. Por esto, a pesar de que algunas regiones tienen el mosquito, no se necesita estar vacunado en todas ellas.
Se caracterizan por la aparición súbita de fiebre elevada, generalmente acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores musculares, de cabeza, náuseas, fatiga y erupciones cutáneas.
En el caso de la Fiebre Amarilla algunos signos y síntomas son más típicos o específicos de la enfermedad como es el caso de la coloración amarilla de la piel, llamada ictericia.
Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir estas enfermedades es luchar contra los mosquitos vectores:
Además, en el caso de Zika: