El Sarampión es una de las enfermedades más contagiosas. Está causada por un virus que se transmite por aire o por contacto directo, es decir manos y elementos contaminados. El virus ingresa por el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo.
Los informes de la Organización Mundial de la Salud indican que entre enero y marzo de 2019 los casos de Sarampión a nivel mundial aumentaron un 300% con respecto al mismo período de 2018. Los casos de este año son, en su mayoría, en adultos.
Las personas no vacunadas tienen riesgo de contraer la enfermedad. Actualmente el mayor riesgo es por contacto con personas que viajan o en el exterior ya que hasta la fecha, la mayor parte de los casos diagnosticados han sido fuera de la Argentina.
Además, cuantas más personas no vacunadas hay en una población, más aumenta el riesgo de que se transmita la enfermedad y eventualmente se produzcan complicaciones.
La vacuna es la única forma de prevenir la enfermedad. Algunas personas no han completado sus esquemas de vacunación a lo largo de la vida y los niños menores de un año aún no están vacunados (porque esa es la edad recomendada para la vacunación). En la campaña de vacunación de 2018 se logró 89% de cobertura de los niños, porcentaje superior a campañas anteriores. Sin embargo, es evidente que debemos continuar con las campañas, ya que a pesar de ellas la enfermedad está creciendo a nivel global.
Síntomas y recomendaciones