La palabra artritis significa inflamación de una articulación. Es una manifestación clínica dentro de un universo de manifestaciones, que exceden lo estrictamente articular y no es una enfermedad en sí misma.
La artritis se diagnostica cuando el médico realiza hallazgos compatibles con inflamación articular en el examen físico. Posteriormente y en relación al cuadro clínico general, se agregarán métodos complementarios de diagnostico -que incluyen laboratorio e imágenes-.
El Hospital Alemán se caracteriza por tener un excelente servicio de atención primaria de clínica médica. Si un paciente tiene un dolor articular, lo primero es consultar con su médico de cabecera. Será entonces el médico clínico quien efectúe la derivación al reumatólogo.
Por otro lado, también los pacientes pueden llegar auto-derivados al reumatólogo. El profesional debe orientar correctamente las preguntas, antes de solicitar una batería de estudios.
Para saber qué tipo es, el médico tratante solicitará una serie de estudios radiológicos, ecográficos y de laboratorio, mínimamente (sumado a lo anterior al interrogatorio y al examen físico).
La artritis es por lo tanto un síntoma y un signo presente en diferentes enfermedades entre estas:
La artritis puede estar presente en personas a cualquier edad.
Si nos referimos a artritis reumatoidea en particular, afecta al 0,5 – 1% de la población, convirtiéndose en la más frecuente de todas las enfermedades reumatológicas que cursan con inflamación articular.
Afecta a personas jóvenes: mujeres en edad fértil, sin embargo, también puede manifestarse en los varones y a cualquier edad. Así como en niños y adolescentes, constituyendo lo que se llama artritis idiopática juvenil.
Cualquiera fuera el diagnóstico, la relevancia de detectar precozmente radica en evitar que la enfermedad progrese a nivel de la articulación con daño irreversible.
El objetivo es el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno.
El paciente debe recibir información acerca de su enfermedad. El profesional debe explicarle primero el diagnóstico, luego cuál es el pronóstico y situarlo frente al tratamiento farmacológico: qué medicación se va a emplear y cómo. Otro factor de vital importancia es preservar la función articular y encarar un plan de rehabilitación con el Servicio de Fisiatría .