Flor: Paciente recuperada de cáncer de colon
Soy Flor, y esta es mi historia.
Desde joven, los malestares intestinales fueron parte de mi vida. A partir de la pandemia de Covid empecé con cólicos en el abdomen. Hasta que una tarde observé un leve sangrado en mis heces, por lo que corrí a la guardia del Alemán.
Así, recibí la noticia que nadie quiere escuchar: “Tenés un tumor en el colon, probablemente maligno”. Mi mundo, mi familia y mis proyectos se cayeron a pedazos. No podía dejar de pensar en la posibilidad de no ver crecer a mis hijos.
A los 4 días me encontraba en un quirófano. Y luego de la operación, comencé con la quimioterapia. Mientras tanto, me preguntaba: “¿Por qué a mí? ¿Qué vino a enseñarme todo esto?”.
Comencé yoga, ejercicio físico, terapia psicológica y cambios en mi alimentación. Hoy, todo lo que hago, es un riego para mi nueva flor. No morí, al contrario. Renací sintiendo amor por la vida y una conexión con el disfrute que desconocía.
El cáncer derrumbó todo, para construir de cero una vida más conectada a mí. Y me brindó muchos aprendizajes que te comparto:
- No te acostumbres a molestias. Interrogá a tu cuerpo y ocupate.
- Si te indican una Colonoscopía, ¡hacetelá! Te puede salvar la vida.
- Hacé ejercicio y llevá una alimentación sana y consciente.
Por último, extiendo mi eterno agradecimiento a mis cirujanos y al equipo espectacular que me sigue atendiendo. A mi oncólogo, Javier Castillo, a quien le pregunté la primera vez que lo vi si me iba a curar y me respondió: “Es la única opción posible”.
Al equipo de Nutrición y al Departamento de Enfermería, que me atendieron con tanto amor. Y a todo el personal del Alemán, que siempre me regaló una sonrisa en un momento de total vulnerabilidad.
A todos ellos, ¡¡¡gracias!!!